{ 🇪🇸 & 🇵🇹 }
¡Cuánta ssorpresa nos han regalado estos novios, André, portugués de formidable planta y carácter y Julia, andaluza con la armonía de su belleza y su segura femineidad! Ya entrando en las casas de los padres de André, donde se encontraba él y de la propia del ahora matrimonio, en la que se hallaba Julia, nos entusiasmaba la sensación de serenidad y armonía de las familias como de los propios novios. Manos a la obra con mi reportaje de boda que daba comienzo con los preparativos. La novia hizo su paréntesis para dar pecho a la casi recién nacida que es el esplendor grande en la casa incluso en estos preciosos momentos; realmente fueron unas fotazas de un momento único para Julia, buen recuerdo.
Y nos trasladamos a una de las fincas que mejor puede representar el orden, la pulcritud y una precisión incontestable en todo su depliegue nupcial: Miravalle, situada en plena sierra madrileña, representa los mejores valores a la hora de organizar bodas, no conozco novios que pongan peros a su modelo de gestión, la verdad. Además el trato y las formas conmigo y mi equipo son abrumadoras en todos los aspectos, tanto personalmente como para el desarrollo de mi labor profesional. Y estando aquí ya pues qué decir de las formidables horas que nos han regalado los novios junto a sus padres y unos magníficos invitados, todos facilitando nuestra labor permitiendo llevar a cabo centenares de capturas fotográficas que han representado de manera natural y espontánea un día lleno de sorpresas, júbilo y emociones fantásticas.
Una de las sorpresas más agradable entre todas las que hubo nos la brindó la novia con una maravillosa interpretación musical de un fado portugués regalo y homenaje a su marido Andrè como al resto de su familia. La anécdota: al novio no le entraba la alianza y la improvisación de la novia fue…no ponérselo, simular su puesta y ya, sin más! Los invitados de verdad boquiabiertos, pues aunque es sabida la afición de Julia al canto y a la guitarra, aquí en plena ceremonia nupcial nos deleitó de manera espectacular, inesperada por completo. Antes en su casa se había arrancado con algunos punteos y notas antes de vestir el precioso traje de novia.
Y un colofón excepcional resultaron los momentazos en que pudimos realizar unas cuantas capturas fotográficas en los increíbles jardines de Miravalle así como a continuación en la fiesta, llegando a un fin de jornada pletórica de alegría y diversión familiar. ¡Nuestra enorabuena para unos novios tan maravillosos!